martes, 2 de septiembre de 2008

Principios y Valores Eticos

Lo que tienen más propio los valores éticos (o, si queremos, los valores morales) es el imperativo de acción que comportan, es decir, son unos valores que se nos imponen como pautas de nuestra acción. Los valores éticos, pueden no coincidir con nuestros deseos, pero sentimos que debemos intentar realizarlos si no queremos perder categoría como personas que somos. Nadie está obligado a ser una persona bella, ágil o simpática, pero toda persona está moralmente obligada a ser justa. Los valores éticos, a diferencia de los que no lo son, dependen de la libertad humana: una persona puede no ser justa, negando la exigencia universal de justicia. Y porque dependen de la libertad, los valores éticos sólo pueden atribuirse a las personas, no a las cosas: un paisaje puede ser bello pero no justo, unas deportivas pueden ser cómodos pero no buenas en sentido moral.
Todos los valores comportan un deber ser: es deseable ser alegre, ser enérgico, ser útil,... Pero los valores éticos, además de éste deber ser implican uno deber hacer, son una prescripción o norma que tenemos que cumplir
.
La ética se refiere a las normas por las cuales debemos regirnos con base en nuestros valores. Los valores son creencias intrínsecas, como lo son el deber, el honor y la integridad, de donde provienen las acciones y actitudes. No todos los valores constituyen valores de ética (integridad lo es; felicidad no lo es). Los valores de ética tienen que ver con lo correcto e incorrecto y, por ende, tienen precedencia sobre las decisiones que no son de índole ética.

PRINCIPALES VALORES DE ÉTICA

Honestidad: Ser sincero, directo y cándido son aspectos de la honestidad. La mentira destruye la credibilidad, y debilita la confianza del pueblo.

La rectitud imprime franqueza a la sinceridad, y esto suele ser necesario para promover la confianza del público y garantiza la conducción eficaz y eficiente del manejo de la cosa pública. Las verdades presentadas de manera que lleven al que las escucha a malinterpretaciones, a conclusiones inexactas o a confundirse, no son productivas. Este tipo de engaño indirecto puede despertar mala voluntad y disipar la sinceridad, especialmente si se tiene la expectativa de que reine la franqueza.

En algunas circunstancias, el silencio es deshonesto, pero en otros casos, la divulgación de información sería incorrecta e incluso ilegal.

Integridad: Ser fiel a sus propias convicciones forma parte de la integridad. El atenerse a los principios, mantener un criterio independiente, y desempeñar sus deberes con imparcialidad, contribuye a mantener la integridad y a evitar conflictos de intereses de hipocresía.

Lealtad:
La palabra lealtad tiene muchos sinónimos como lo son, nobleza, constancia, honradez, devoción y fidelidad. La lealtad exige que se dé un balance sutil entre varios intereses, valores e instituciones para lograr la armonía y cohesión.

Responsabilidad: Al hacerse responsable de sus actos, contribuye a la toma de decisiones bien deliberadas, y previene las acciones insensatas.

Equidad: La receptividad e imparcialidad son aspectos importantes de la equidad. No deben tomarse decisiones arbitrarias, caprichosas ni prejuiciadas. Se debe tratar a los demás con equidad y tolerancia.

Cuidado:
La compasión es un elemento esencial de un buen gobierno. El interés en los demás sirve de balance para evitar que se quiera cumplir con la misión sea cual sea el costo.
Respeto. El tratar a las personas con dignidad, respetar su privacidad y permitir su libre determinación son esenciales en un gobierno conformado por una diversidad de personas.

Mantener sus promesas: No hay gobierno que pueda mantenerse si no mantiene sus compromisos.

Ciudadanos responsables: Se espera que todo servidor público ejerza su propio criterio en el desempeño de los deberes oficiales que están en el marco de su autoridad para que los deseos del pueblo se vean respetados, conforme a los principios democráticos. Se deberá buscar justicia con ahínco y desafiar las injusticias a través de los medios aceptados.

En pos de la excelencia: En el servicio público la competencia es sólo un punto de partida. Ser espera que desarrollen su potencial al máximo y que luchen por vencer la mediocridad.

CÓMO TOMAR DECISIONES ÉTICAS


Casi todas las personas que prestan sus servicios en el Gobierno toman decisiones relacionadas con el trabajo. En algunos casos el elemento ético en la toma de decisiones no va más allá de la aceptación consciente de que no hay ramificaciones éticas significativas que considerar. En otros casos, es necesario realizar un análisis a fondo para la toma de decisiones que se da a continuación sirve para garantizar que se haga un repaso minucioso de las consecuencias de índole ética cuando hay soluciones alternas que parecen ser las indicadas, conforme a las leyes y regulaciones existentes.

Definir el problema
Parta de una exposición general del problema y llegue a una aseveración específica de las decisiones que hay que tomar.


Identificar la(s) meta(s)
Las metas son algo que uno debe luchar por lograr. Se trata de aseveraciones que reflejan los mejores resultados posibles.


Enumere los reglamentos o leyes pertinentes
Las leyes y regulaciones constituyen el marco de restricciones dentro del cual se toman decisiones. No es hasta que se hayan considerado tales regulaciones y leyes pertinentes, que se pueden tomar decisiones dentro de las normas de ética.

Haga una lista de los valores éticos que están en juego
El hacer una lista de los valores éticos que están en juego puede servirle para que se percate de problemas y metas que no hubiera considerado de otra manera.

Nombre a todos los interesados
La persona interesada es todo aquel que pueda verse afectado por una decisión. No olvide incluirse a sí mismo como aquellos que cuentan con su respaldo tanto en su trabajo como en la casa. Estipule qué tienen en juego los intereses.

Recopile información adicional
Tómese el tiempo necesario para recopilar toda la información requerida. Haga preguntas, exija pruebas siempre que venga el caso y verifique sus suposiciones.

Plantee todas las soluciones viables
Formule las soluciones viables, observe qué interesados pueden verse afectados, y qué puede ganarse o perderse.

Elimine las opciones que no sean de índole ética
Los problemas que se dan a largo plazo, producto de soluciones faltas de ética no recompensan las ventajas que se dan a corto plazo. Elimine las soluciones que carecen de ética.

Clasifique el resto de las soluciones
Hay otras soluciones cuya falta de ética no es evidente pero cuyo origen puede ser dudoso. Clasifique el resto de las soluciones, todas las cuáles deberán de ser de índole ética, en el orden de cuán cerca le lleven a alcanzar la meta, y a resolver el problema.

Comprométase a encontrar la mejor solución ética, y a llevarla a la práctica
El grado de compromiso adquirido y la puesta en práctica son esenciales en el proceso de toma de decisiones éticas. Si no se lleva a cabo la decisión correcta, queda la puerta abierta para que otros pongan en práctica soluciones faltas de ética.



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